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Para comprar una propiedad, hay un monto que deberás tener ahorrado antes de pedir un crédito hipotecario, a esta cantidad de dinero inicial le llamamos pie.
Dependiendo de la institución con la que gestiones tu crédito hipotecario, se te exigirá entre el 10% y el 20% del valor del inmueble que deseas adquirir. Mientras mayor sea el pie que entregues al banco, mejores serán las condiciones del crédito. Esto se debe a que entre más dinero tengas, representas un menor riesgo para la institución que te prestará el dinero.
Si eres dueño de un mayor porcentaje de la propiedad, necesitarás un menor préstamo y la cuota mensual será más baja haciendo que sea más fácil cumplir con el compromiso de pago.
Pero no desesperes, puedes obtener muchos créditos hipotecarios con un pie del 10%.